Poseedora de una silueta perfecta, actriz y conductora de un programa de fitness, la venezolana Catherine Fulop no teme revelar sus secretos.
“La actividad física y la alimentación natural me cambiaron la vida”, sostiene.
En una entrevista, la conductora de “Catherine 100%” con mucho humor argumenta que “La mujer sube una cuesta y después de los 40 empieza la caída en picada”. “Por eso lo importante es estar bien también por adentro, dedicar tiempo a lo que yo llamo cirugías del alma: disfrutar de la familia, meditar, leer un libro, pensar en lo que se ha logrado a nivel profesional”, explica.
Dinámica, extrovertida y multifacética, Fulop pasó por el modelaje, telenovelas, cine, teatro y televisión. " A los 43 sé exactamente lo que quiero, y eso es maravilloso”, aseguró.
En 1998 se casó con Osvaldo Sabatini, en quien “encontró a la persona con la que puedo ser” ella misma. “La Cathy que más me gusta es la que veo en sus ojos”, contó. Y luego agregó: “Sé que llegará el día en el que su culito, como el mío, sea chiquitito, arrugadito, metidito, pero veré más allá. Si no, siempre se puede apagar la luz”
“Vivo una etapa de madurez que es maravillosa para la mujer”, concluyó.
“La actividad física y la alimentación natural me cambiaron la vida”, sostiene.
En una entrevista, la conductora de “Catherine 100%” con mucho humor argumenta que “La mujer sube una cuesta y después de los 40 empieza la caída en picada”. “Por eso lo importante es estar bien también por adentro, dedicar tiempo a lo que yo llamo cirugías del alma: disfrutar de la familia, meditar, leer un libro, pensar en lo que se ha logrado a nivel profesional”, explica.
Dinámica, extrovertida y multifacética, Fulop pasó por el modelaje, telenovelas, cine, teatro y televisión. " A los 43 sé exactamente lo que quiero, y eso es maravilloso”, aseguró.
En 1998 se casó con Osvaldo Sabatini, en quien “encontró a la persona con la que puedo ser” ella misma. “La Cathy que más me gusta es la que veo en sus ojos”, contó. Y luego agregó: “Sé que llegará el día en el que su culito, como el mío, sea chiquitito, arrugadito, metidito, pero veré más allá. Si no, siempre se puede apagar la luz”
“Vivo una etapa de madurez que es maravillosa para la mujer”, concluyó.
0 comentarios
Publicar un comentario