Desnudarse en cuerpo y alma sin que el desafío inhiba el espíritu o calle el corazón. Como si la aventura mostrara a flor de piel no sólo la belleza de una de las mujeres más seductoras de la Argentina, sino un mundo interior rebosante de fuertes convicciones y de madurez. Rocío Guirao Díaz (25) se recuesta sobre la arena de una playa nudista de Punta del Este y cada centímetro de su cuerpo entra en contacto directo con la frescura del mar y la tibieza del sol, mientras el amanecer anuncia que el día, y las confesiones, recién despiertan. No lleva vestidos para cubrirse, tampoco estrategias, ni escudos para defenderse de las preguntas más íntimas: “Me tengo a mí misma y eso alcanza”, dice la modelo de la agencia Multitalent mientras espera la siguiente foto con el profesionalismo de 11 años de carrera. Cerca suyo, como ocurre desde hace casi dos años, cuando se enamoraron, espera su esposo, Nicolás Paladini (31), y en sus brazos, Aitana, la beba de ocho meses que tuvieron juntos. “Mi hija está empezando a interactuar mucho con nosotros, ya dice mamá y papá, nos regala sonrisas y estira los bracitos pidiendo upa. Tener ese feedback es único. Además, nos mudamos a una casa en un barrio privado de Tigre, y desayunamos todas las mañanas rodeados de verde, mirando el sauce que tenemos en el parque. Nos cambió la vida”, afirma Rocío, una de las figuras de “Pour La Gallery”, el exitoso espectáculo que Aníbal Pachano—el mismo que la evaluó como jurado en el concurso “El musical de tus sueños”, de Showmatch—presenta en la calle Corrientes y en el Teatro Metropolitan, y donde la modelo y flamante actriz, baila, actúa y canta en vivo.
— ¿Cómo vive este presente?
—Es un momento feliz porque estoy haciendo lo que siempre soñé hacer: teatro. Y de la mano de alguien que admiro muchísimo y eso me reconforta, porque no estoy con cualquiera arriba del escenario. Yo aprendo mucho con Aníbal (Pachano), y con su hija Sofía, que es una gran maestra, también de todo el elenco, y con Nicolás Armengol, con quien comparto cartel. Me gusta aprender y soy como un disco rígido que siempre absorbe información. No puedo pedirle más a la vida, porque la verdad no sabía que iba a volver a trabajar después de ser mamá.
— ¿Se merecía esta oportunidad?
—Creo que en la vida uno recibe lo que se merece. Yo arranqué a los catorce y ya son once años de carrera en los que pagué mucho derecho de piso. Hoy tengo una familia hermosa y una hija increíble, y en lo laboral, he logrado llegar a un buen lugar. Soy de las modelos que tienen mucho más contenido: me animo a cantar, a bailar, y no hago papelones. Y si alguna vez tuve una pelea mediática (cómo su enfrentamiento con Graciela Alfano, cuando Rocío la increpó en televisión por haber intentado seducir a su esposo Nicolás) fue porque me salió del corazón. En el caso de “Showmatch” tuve que defender a mí familia. No fue planeado, ni premeditado y si así hubiera sido, habría usado, “te corto el pescuezo”, que es peor que lo que dije. Pero me salió del alma. Soy así, muy visceral y hago lo que me dicta el corazón. Si tengo que marcar mi lugar para defender a mi familia, lo hago sin medir nada. Son situaciones especiales, pero soy una mina muy pacífica, oyente y paciente.
—En menos de dos años se enamoró, se casó y fue mamá, además de crecer como profesional. ¿Qué le dejó el 2009?
—Fue un año arrollador. Ser mamá fue lo mejor que me pasó en esta vida y el parto, el momento más emotivo que haya tenido jamás.
Después, a los treinta días, salió la propuesta de empezar a bailar en “El musical de tus sueños”, de Showmatch y yo con mi cesárea ya cerrada dije “Ok, dale, a lo sumo me descoseré” (risas) Sinceramente yo adelgacé gracias al programa, porque cuando comencé a bailar entrenaba cuatro horas por día Y después, cuando llegó el teatro, a esas cuatro horas le sumaba otras seis de ensayo para la obra
—Así regresó a las medidas perfectas
—Así regresé, además, mi marido se ocupó muy bien de mí y me hizo hacer la actividad física en casa, tengo que decirlo (risas) Eso ayudó a que despierten todas mis hormonas
— ¿Cómo es Nico, su esposo, como padre?
—Superó todas mis expectativas Cambió los pañales de Aitana antes que yo, le tiene una tolerancia única, la ama con toda su alma y se lo demuestra todo el tiempo Si había cosas de su personalidad que me gustaban menos, como papá me reconquistó Volví a enamorarme No hay que buscar un buen novio, sino un buen padre, ese es mi consejo para las mujeres
— ¿La maternidad la cambió?
—Ser mamá te vuelve una leona porque todo el tiempo estás preparada para defender a los tuyos Tener un hijo te vuelve una persona más fuerte y te reafirma como mujer En mi caso esa fortaleza me permitió sentirme más segura y conectar con mi parte más femenina Pude volver a desnudarme, no sentir pudores ni prejuicios y disfrutar de mi cuerpo Tengo 25 años, y después de haber subido 12 kilos en el embarazo y haber sentido temor de no poder bajarlos, volví a tener el cuerpo que quería …¿por qué no habría de mostrarlo? Hoy me siento una mujer muy libre Además al dar la teta, perdí todo tipo de tapujos Sacás la lola en cualquier lugar y se termina convirtiendo en territorio nacional (risas) Hoy no tengo pudores en desnudarme si la obra o la propuesta artística lo amerita
—Y en lo cotidiano, por ejemplo, ¿le gusta hacer topless?
—Me encanta, más que nada para tomar sol sin marcas Pero a mí marido no le gusta y entonces ya no lo hago en Argentina, sí cuando viajamos al exterior
—¿Su sensualidad aumentó luego de ser madre?
—Sí, me siento tan bien como mamá, y mi esposo me da tanta seguridad al unirnos una relación tan fuerte, que me siento una mujer plena Se puede ser mamá y una mujer muy sensual porque el rol de mamá es sexy Verte divina, arreglada y con una beba en brazos, es algo espectacular Por algo te dicen “Mamita”, porque de algún lado viene ese piropo ¿no? (risas) Una mujer segura de sí es algo muy seductor
— ¿Cómo vive este presente?
—Es un momento feliz porque estoy haciendo lo que siempre soñé hacer: teatro. Y de la mano de alguien que admiro muchísimo y eso me reconforta, porque no estoy con cualquiera arriba del escenario. Yo aprendo mucho con Aníbal (Pachano), y con su hija Sofía, que es una gran maestra, también de todo el elenco, y con Nicolás Armengol, con quien comparto cartel. Me gusta aprender y soy como un disco rígido que siempre absorbe información. No puedo pedirle más a la vida, porque la verdad no sabía que iba a volver a trabajar después de ser mamá.
— ¿Se merecía esta oportunidad?
—Creo que en la vida uno recibe lo que se merece. Yo arranqué a los catorce y ya son once años de carrera en los que pagué mucho derecho de piso. Hoy tengo una familia hermosa y una hija increíble, y en lo laboral, he logrado llegar a un buen lugar. Soy de las modelos que tienen mucho más contenido: me animo a cantar, a bailar, y no hago papelones. Y si alguna vez tuve una pelea mediática (cómo su enfrentamiento con Graciela Alfano, cuando Rocío la increpó en televisión por haber intentado seducir a su esposo Nicolás) fue porque me salió del corazón. En el caso de “Showmatch” tuve que defender a mí familia. No fue planeado, ni premeditado y si así hubiera sido, habría usado, “te corto el pescuezo”, que es peor que lo que dije. Pero me salió del alma. Soy así, muy visceral y hago lo que me dicta el corazón. Si tengo que marcar mi lugar para defender a mi familia, lo hago sin medir nada. Son situaciones especiales, pero soy una mina muy pacífica, oyente y paciente.
—En menos de dos años se enamoró, se casó y fue mamá, además de crecer como profesional. ¿Qué le dejó el 2009?
—Fue un año arrollador. Ser mamá fue lo mejor que me pasó en esta vida y el parto, el momento más emotivo que haya tenido jamás.
Después, a los treinta días, salió la propuesta de empezar a bailar en “El musical de tus sueños”, de Showmatch y yo con mi cesárea ya cerrada dije “Ok, dale, a lo sumo me descoseré” (risas) Sinceramente yo adelgacé gracias al programa, porque cuando comencé a bailar entrenaba cuatro horas por día Y después, cuando llegó el teatro, a esas cuatro horas le sumaba otras seis de ensayo para la obra
—Así regresó a las medidas perfectas
—Así regresé, además, mi marido se ocupó muy bien de mí y me hizo hacer la actividad física en casa, tengo que decirlo (risas) Eso ayudó a que despierten todas mis hormonas
— ¿Cómo es Nico, su esposo, como padre?
—Superó todas mis expectativas Cambió los pañales de Aitana antes que yo, le tiene una tolerancia única, la ama con toda su alma y se lo demuestra todo el tiempo Si había cosas de su personalidad que me gustaban menos, como papá me reconquistó Volví a enamorarme No hay que buscar un buen novio, sino un buen padre, ese es mi consejo para las mujeres
— ¿La maternidad la cambió?
—Ser mamá te vuelve una leona porque todo el tiempo estás preparada para defender a los tuyos Tener un hijo te vuelve una persona más fuerte y te reafirma como mujer En mi caso esa fortaleza me permitió sentirme más segura y conectar con mi parte más femenina Pude volver a desnudarme, no sentir pudores ni prejuicios y disfrutar de mi cuerpo Tengo 25 años, y después de haber subido 12 kilos en el embarazo y haber sentido temor de no poder bajarlos, volví a tener el cuerpo que quería …¿por qué no habría de mostrarlo? Hoy me siento una mujer muy libre Además al dar la teta, perdí todo tipo de tapujos Sacás la lola en cualquier lugar y se termina convirtiendo en territorio nacional (risas) Hoy no tengo pudores en desnudarme si la obra o la propuesta artística lo amerita
—Y en lo cotidiano, por ejemplo, ¿le gusta hacer topless?
—Me encanta, más que nada para tomar sol sin marcas Pero a mí marido no le gusta y entonces ya no lo hago en Argentina, sí cuando viajamos al exterior
—¿Su sensualidad aumentó luego de ser madre?
—Sí, me siento tan bien como mamá, y mi esposo me da tanta seguridad al unirnos una relación tan fuerte, que me siento una mujer plena Se puede ser mamá y una mujer muy sensual porque el rol de mamá es sexy Verte divina, arreglada y con una beba en brazos, es algo espectacular Por algo te dicen “Mamita”, porque de algún lado viene ese piropo ¿no? (risas) Una mujer segura de sí es algo muy seductor
0 comentarios
Publicar un comentario