El 2009 pintaba muy tranquilo, con perspectivas de estabilidad profesional y en plena etapa personal de reacomodamiento. La crisis mundial de la que tanto se hablaba, la mudanza hacia su nueva vida independiente y el corte definitivo de un romance de tres años, en enero, avizoraban un año de calma para Lucila “Luli” Fernández (21). Inquieta de cuerpo y alma, aprovechó la abundancia de tiempo libre para tomar clases de teatro con Andrea Kiperman, perfeccionar su inglés y comenzar un curso de maquillaje profesional. Hasta que el destino metió la cola, y a partir de su presencia como invitada en el programa “Un mundo perfecto”, de Roberto Pettinato, la hoja de ruta cambió por completo.

“Es increíble, pero cada vez que planeas cosas, nunca se dan. Y cuando dejas que la vida fluya, surge lo que tanto deseabas. Comenzaba mi tercera temporada de ‘Area 18’, en TyC Sports, me estaba mudando y terminaba de digerir la separación. El año pintaba tal cual me lo habían dicho Willy y Paul García Navarro, con pocas novedades. Hasta que fui a ese programa de Pettinato y, curiosamente, al cabo de cuatro días, me vuelven a invitar. El llamado me sorprendió, porque no tenía mucho que decir en tan poco tiempo. Consultaron de mi agencia, y Gastón Portal les reconoció que tenían intención de contratarme. Imaginate, tratándose de Pettinato nada podía salir mal. Y así fue como estuve tres meses con un balance repositivo”, relata la coconductora de “Hoy es tu día”, el nuevo ciclo de entretenimientos que comenzó este domingo en El Trece.

La repentina salida de “Luli” de “Un mundo perfecto” generó diversas interpretaciones.

Incluso, se dijo que la modelo se había peleado con el conductor, una versión a la que ella le resta veracidad: “Parece que las buenas noticias no venden, y que necesariamente hay que transformarlas en malas. Cuando me propusieron hacer una coconducción en El Trece, los domingos y en horario prime time, lo primero que hice fue hablar con Gastón Portal. Y él me aconsejó no desaprovechar esa oportunidad. Entonces fui, hice las pruebas de cámara y empezamos con las fotos de promoción. Es bárbara, porque resume en un solo proyecto todo lo que vengo haciendo desde que empecé, a los 15 años. Es un desafío muy lindo conducir con Horacio un ciclo así y, de paso, cumplir los sueños a mucha gente. Aunque suene a paradoja, conducir este programa, para mí, también es cumplir un sueño”.

—¿Percibe que su nombre se ganó un respeto en el ambiente?

—Sí, sobre todo después de mi trabajo en los Martín Fierro (condujo el segmento dedicado a la más elegante de la noche). Ahí sentí que me estoy ganando un lugar. Salir bien parada de semejante prueba te permite ganar confianza. Y en esta profesión, la confianza ocupa un cincuenta por ciento del resultado a obtener.

—¿A qué le atribuye su éxito?

—Es el resultado de muchos años de laburo y de pasión por lo que hago.
Fuente: Caras

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