La sensualidad no es sólo, como decía el músico Fito Páez, “una cuestión de actitud…”, también depende del look ya que vestirse adecuadamente constituye una de las armas más importantes para seducir tanto a la mirada masculina como a la femenina.


Siempre se puede estar bella y sexy sin tener que exhibir todos los atributos, algo que la actriz norteamericana Scarlett Johansson, la rubia sexy por excelencia, parece entender a la perfección.

La blonda protagonista de Match Point, The Black Dahlia y The Other Boleyn Girl, entre otras películas, se ha transformado en la joven más deseada del momento, dueña de un escote que despierta innumerables fantasías.

Para buena parte de la prensa televisiva mundial su “antónimo” es la cantante Geri Halliwell, de quien aseguran que ni con las mejores prendas de las marcas más importantes de este planeta dejaría de encabezar el “ránking de la vulgaridad”.

Tanto Halle Berry, como Angelina Jolie y Jessica Alba desprenden sensualidad desde los mismos poros de su piel. Pueden usar casi cualquier cosa que en otra persona rozaría lo ridículo y sin embargo seguirían deslumbrando a cada paso.

En el “palacio de lo ordinario” el trono se debate entre varias candidatas: en la mayor parte de las ocasiones, Rihanna, Paulina Rubio y Beyoncé han cruzado esa fina línea que separa la sensualidad de lo grotesco.

Tal vez ser extremadamente sexy poco tenga que ver con las curvas y la exhuberancia sino en como se lucen las bondades que la naturaleza nos ha brindado.

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